Qué hacer con los libros viejos y sacarlos de la casa?

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Qué hacer con los libros viejos y sacarlos de la casa?

Como se dijo en otro debate:

Una vez que haya dado las gracias y se haya despedido de los objetos que no le producen alegría, ¿qué puede hacer con ellos?

La gente que se desprende de cantidades de libros (y esto también se aplica a los LP) suele empezar pensando: «¡Vaya, voy a ganar tanto dinero vendiendo estos preciosos volúmenes!», y acaba diciendo: «Te pagaré cualquier cantidad de dinero para que me quites esta mierda de las manos». Un amigo que se especializa en libros raros en una gran casa de subastas me dijo: «Recibo llamadas todo el tiempo de gente que me dice: ‘Tengo cuatro mil libros y creo que son valiosos’. Lo primero que pienso es: No, no lo son. Normalmente, si una colección es valiosa alguien lo sabe». Para determinar cuánto valdrá un solo libro (no lo que le darán por él), compruebe el precio de libros similares en un sitio web, como AbeBooks, Alibris o Biblio. Si tiene una biblioteca enorme, Michael Pyron, encuadernador y librero de Conshohocken, Pensilvania, sugiere reunir una caja representativa y llevársela a un librero, que podrá decidir si su colección merece una visita a domicilio. The Strand, en Manhattan, aceptará visitas sin cita previa de hasta cuarenta libros y le dará dinero en efectivo. (Si prefiere crédito de la tienda, ganará un cincuenta por ciento más.) En cuanto a qué tipos de libros se aceptan, una buena pauta para la mayoría de los temas van a ser los títulos considerados clásicos o los publicados en el último año.

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La edad no hace que un libro sea intrínsecamente valioso

Tampoco aumenta necesariamente el valor de un libro el hecho de que sea una primera edición. La primera impresión de la primera edición londinense del primer libro de Harry Potter es «estúpidamente cara» (una se vendió por unos 471.000 dólares), dijo un amigo, explicando que no se imprimieron muchos ejemplares porque nadie esperaba que se convirtiera en el Pet Rock del negocio editorial. Las primeras ediciones tardías de una serie pueden salir por menos de lo que cuestan los gastos de envío. El mismo cálculo de oferta y demanda se aplica a los ejemplares firmados. ¿Hemingway? Sí. ¿Updike? No tanto. Resulta que firmaba tantos libros que es un misterio cómo encontraba tiempo para escribir alguno.

«Para mí, el umbral es un libro al que pueda poner un precio de veinticinco dólares o más», me dijo mi amigo. «Si un comerciante te ofrece un dólar por libro, no merece la pena buscar», dijo. «Si alguien le ofrece ciento cincuenta dólares por un libro, quizá merezca la pena buscar otra opinión».

Probablemente ha llegado el momento de tirar por la borda los libros que le quedan, pero tírelos donde tengan importancia. Por ejemplo, bibliotecas de prisiones (libguides.ala.org/PrisonLibraries/bookstoprisons); Books for Africa (booksforafrica.org); bibliotecas públicas (betterworldbooks.com/go/donate).

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