Esto afecta en todas las industrias y sectores, no sólo a los artistas: Alarmadas por los chatbots de IA, las universidades han empezado a renovar su forma de enseñar. En muy poco tiempo han reaccionado. En parte, para que no se infrinja derechos de autor sin poder ser detectados por las herramientas de anti-plagarismo que usan.
El ensayo universitario ha muerto, larga vida al ChatGPT. Los profesores han empezado a rediseñar sus cursos para tener en cuenta que la IA puede escribir redacciones pasables. En respuesta, los educadores están dando un giro hacia los exámenes orales, el trabajo en grupo y las tareas escritas a mano.